He escuchado decir a algunos que debido a afán de las personas por compartir cada día más información, fotos y videos, muy pronto la vida privada será tan pública como las vallas de publicidad. Y es que si uno se da una vuelta por algunos perfiles públicos de Facebook o Hi5, se percatará que no está visitando una página personal, sino, una tienda de recuerdos, similares a las turísticas, en donde las personas ofrecen su vida diaria para deleite o curiosidad de cualquier persona.
Sin embargo, si a esas mismas personas les planteáramos las siguientes interrogantes cómo reaccionarían: ¿Colgarías en la ventana de tu casa las fotos de una reunión familiar o las de aquella fiesta salvaje del fin de semana? ¿Instalarías un televisor en tu puerta y transmitirías las imágenes de tu último cumpleaños para que cualquiera que pase por la acera lo pudiera ver? ¿Dejarías que un extraño leyera tu diario? Las respuestas son obvias ¿no?
Entonces, si en el mundo real cuidamos de manera meticulosa nuestra vida privada y solo la compartimos con nuestros amigos y familiares, por qué dejamos la puerta abierta de nuestra casa (vida) en Internet.
La responsabilidad no solo la debemos tener en cuenta en el mundo real, sino también en el virtual, RECUERDA, Internet no es otro mundo, es solo un reflejo del que vivimos, así que, como en la vida hay personas buena y malas, también hay formas de utilizar esta importante herramienta de manera perjudicial.
Ten en cuenta, que después de todo, uno nunca sabe a ciencia cierta quién está al otro lado de la pantalla…
Fotografía | Vulnerabilityteam
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