Esta historia de entredichos y metidas de pata comenzó el 23 de julio con un Ollanta Humala declarando desde Europa que “Sendero Luminoso (SL) ya no es una amenaza al Estado de derechos”. Luego, algunas semanas después, nuestro flamante ministro del Interior, Octavio Salazar, salió a decir algo parecido, “definitivamente, SL no representa ningún tipo de amenaza y riesgo...”.
Si las declaraciones desatinadas del líder nacionalista habían alborotado el ambiente político, las Salazar estaban a punto de provocar un huracán, quizás por eso, previo jalón de orejas, suponemos de palacio, se vio forzado ese mismo día en la noche a rectificarse: “Sendero si es un peligro”. Este entredicho provocó que Mauricio Mulder y Luis Alva Castro, dos hombres fuertes del APRA le salieran al frente y desvirtuaran sus declaraciones, tratando de dejar bien en claro la posición del Gobierno: “SL si es una amenaza”
Sin embargo, todo lo aclarado por estos dos señores se fue abajo porque jueves el Presidente, salió a decir que “SL no representa una amenaza para la democracia”. Esta clamorosa demostración de falta de coordinación y comunicación en este Gobierno, deja al descubierto la improvisación y la poca seriedad con la que se está enfrentando el tema. No se puede afirmar que SL no es una amenaza a los pocos días de haberse registrado un ataque subversivo a una base de la Policía en Huanta, Ayacucho.
Este SL 2009 es más peligroso que su versión del 80 ¿y por qué? Básicamente lo es por el apoyo que recibe del narcotráfico, que hace rato pasó de ser un problema solo policial para convertirse en uno de seguridad del Estado.
Por eso urge que el Estado tome cartas en el asunto y convierta el Plan VRAE en uno viable, que retome el control de territorios liberados por estas mafias, incluya un estaraégia de trabajo conjunto con las autoridades locales, se le preste atención básica a la población de las zonas, se evite la fabricación de droga y sobre todo se elimen esa alianza peligrosa entre SL y los carteres de la Droga.
Vía | Perú 21
Si las declaraciones desatinadas del líder nacionalista habían alborotado el ambiente político, las Salazar estaban a punto de provocar un huracán, quizás por eso, previo jalón de orejas, suponemos de palacio, se vio forzado ese mismo día en la noche a rectificarse: “Sendero si es un peligro”. Este entredicho provocó que Mauricio Mulder y Luis Alva Castro, dos hombres fuertes del APRA le salieran al frente y desvirtuaran sus declaraciones, tratando de dejar bien en claro la posición del Gobierno: “SL si es una amenaza”
Sin embargo, todo lo aclarado por estos dos señores se fue abajo porque jueves el Presidente, salió a decir que “SL no representa una amenaza para la democracia”. Esta clamorosa demostración de falta de coordinación y comunicación en este Gobierno, deja al descubierto la improvisación y la poca seriedad con la que se está enfrentando el tema. No se puede afirmar que SL no es una amenaza a los pocos días de haberse registrado un ataque subversivo a una base de la Policía en Huanta, Ayacucho.
Este SL 2009 es más peligroso que su versión del 80 ¿y por qué? Básicamente lo es por el apoyo que recibe del narcotráfico, que hace rato pasó de ser un problema solo policial para convertirse en uno de seguridad del Estado.
Por eso urge que el Estado tome cartas en el asunto y convierta el Plan VRAE en uno viable, que retome el control de territorios liberados por estas mafias, incluya un estaraégia de trabajo conjunto con las autoridades locales, se le preste atención básica a la población de las zonas, se evite la fabricación de droga y sobre todo se elimen esa alianza peligrosa entre SL y los carteres de la Droga.
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