Siempre polémico, José Saramago, el único Premio Nobel portugués, aprovechó la presentación de su nueva novela ‘Caín’ para lanzar sus más ácidas críticas en contra de la Biblia a la que catalogó como “un libro terrible y sombrío, pero a la vez, muy divertido”.
Asimismo, dijo que consideraba al texto sagrado de los cristianos como “…un catálogo de crueldad y de lo peor en la naturaleza humana”.
La novela fue presentada por el autor el domingo 18 de octubre en la localidad de Penafiel, al norte de Portugal y narra de forma irónica, hasta ácida diría yo, la historia bíblica del hijo asesino de su hermano. "No invento nada (...) Levanto las piedras para el lector vea lo que está por debajo", afirmó Saramago al referirse a la trama de su obra.
Como era de esperar las críticas no tardaron en llegar desde el seno de la Iglesia Católica que a través del portavoz de la Conferencia Episcopal Portuguesa, Manuel Marujao, calificó el libro de "operación publicitaria".
"Un escritor de la dimensión de José Saramago debería tomar un camino más serio. Podrá hacer críticas, pero entrar en un género de ofensas no le sienta bien a nadie, y menos a un Premio Nobel", afirmó.
Esta no es la primera vez que lo escritor por el autor entra en una polémica con la Iglesia, ya en el año 1991 lanzó su novela “El Evangelio según Jesucristo” en el cual cuenta como Jesús perdió la virginidad con María Magdalena y fue usado por Dios para controlar al mundo.
Es cierto que muchos de los pasajes de la Biblia han sido tomados al pie de la letra, causando el surgimiento de normas religiosas excesivamente severas, retrogradas e injustas. Sin embargo, no comparto la opinión del Nobel, dado que el libro no es problema, sino sus interpretaciones, realizadas por simples mortales que, asumiendo un papel de decodificadores del mensaje divino han cumplido con difundir ideas equivocadas.
La religión como casi todo lo humano ha sido construida con un propósito y un despropósito:
Vía | El Universal | ADN.es
Asimismo, dijo que consideraba al texto sagrado de los cristianos como “…un catálogo de crueldad y de lo peor en la naturaleza humana”.
La novela fue presentada por el autor el domingo 18 de octubre en la localidad de Penafiel, al norte de Portugal y narra de forma irónica, hasta ácida diría yo, la historia bíblica del hijo asesino de su hermano. "No invento nada (...) Levanto las piedras para el lector vea lo que está por debajo", afirmó Saramago al referirse a la trama de su obra.
Como era de esperar las críticas no tardaron en llegar desde el seno de la Iglesia Católica que a través del portavoz de la Conferencia Episcopal Portuguesa, Manuel Marujao, calificó el libro de "operación publicitaria".
"Un escritor de la dimensión de José Saramago debería tomar un camino más serio. Podrá hacer críticas, pero entrar en un género de ofensas no le sienta bien a nadie, y menos a un Premio Nobel", afirmó.
Esta no es la primera vez que lo escritor por el autor entra en una polémica con la Iglesia, ya en el año 1991 lanzó su novela “El Evangelio según Jesucristo” en el cual cuenta como Jesús perdió la virginidad con María Magdalena y fue usado por Dios para controlar al mundo.
Es cierto que muchos de los pasajes de la Biblia han sido tomados al pie de la letra, causando el surgimiento de normas religiosas excesivamente severas, retrogradas e injustas. Sin embargo, no comparto la opinión del Nobel, dado que el libro no es problema, sino sus interpretaciones, realizadas por simples mortales que, asumiendo un papel de decodificadores del mensaje divino han cumplido con difundir ideas equivocadas.
La religión como casi todo lo humano ha sido construida con un propósito y un despropósito:
El propósito llenar el vacío que la identificación como seres únicos ha causado en el hombre y; el despropósito de hacerlo inventando un historia bien contada, pero mal interpretada.
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