A medida que se acercaba La Hora Planeta la gente iba desapareciendo de las calles, los rumores de un apagón y los temores que los amigos de lo ajeno se aprovecharan del instante, hicieron que algunas tiendas y galerías del Centro de Lima cerraran sus puertas. Por ejemplo en el jirón Cañete y la avenida Emancipación la mayoría de negocios pusieron fin a sus labores a las 8 de la noche.
Los más informados ambientaron sus establecimientos con velas para poder seguir trabajando mientras transcurría el histórico momento. En el local de la pollería Las Canastas ubicado en la avenida Brasil, los mozos desde dos horas antes comenzaron a colocar en cada mesa velas en pequeños vasos.
En mi deseo de poder registrar con mi cámara digital el momento mismo en que el Perú se unía a esta campaña mundial, me traslade al lugar dónde – a mi entender- se consume más fluido eléctrico por la cantidad de tiendas, autoservicios, casinos, hoteles y locales de diversión tiene: la avenida José Larco en el distrito limeño de Miraflores.
Cuando llegue me ubique en un extremo del Parque Kennedy, cerca al óvalo de Miraflores, saque mi cámara y empecé a grabar. Grande fue mi decepción cuando los minutos transcurrían y la gran mayoría de establecimientos seguían con sus luces prendidas. Una señora que llegó con su hija a ver el histórico momento le dijo algo que al principio me dio cólera, pero luego comprendí y hasta cierto punto llegue a compartir: “es que estamos en el Perú”.
Esa frase que usamos para describir a nuestra sociedad informal la debemos desterrar para siempre de nuestro banco de respuestas cuando sentimos impotencia al ver la falta de conciencia de algunos de nuestros compatriotas.
Las causas de por qué se da esto van desde la falta de una información adecuada, una escala de valores acomoda a nuestras necesidades (impera la ley del más vivo) y la aun escasa toma de conciencia de que el ciudadano de a pie puede con pequeñas acciones dar inicio a un cambio. Hay que buscar comprometer más a nuestra sociedad con esta clase de campañas, el Estado y la sociedad civil organizada deben buscar de manera coordinada mejorar dos aspectos básicos que permitirán cumplir con este objetivo: buscar la mejora de la educación y la generación de espacios de una verdadera participación ciudadana.
Sin embargo, no todos reaccionaron de esa forma, en la misma avenida Larco hubo locales que si cumplieron con apagar sus luces durante una hora. En el distrito de Independencia varias calles incluso no contaron con alumbrado público al igual en Comas, en ambos casos los vecinos estaban avisados porque en sus recibos de luz les colocaron un anuncio que les comunicaba sobre la decisión. Ni hablar del Centro de Lima en donde el Alcalde se comprometió y hasta donde tengo entendido cumplió.
Los peruanos cuando nos comprometemos podemos hacer grandes cosas, esto solo fue un ensayo, en el 2010 las cosas deben ser diferentes.
Si cumplieron con darle un respiro al Planeta...
Los más informados ambientaron sus establecimientos con velas para poder seguir trabajando mientras transcurría el histórico momento. En el local de la pollería Las Canastas ubicado en la avenida Brasil, los mozos desde dos horas antes comenzaron a colocar en cada mesa velas en pequeños vasos.
En mi deseo de poder registrar con mi cámara digital el momento mismo en que el Perú se unía a esta campaña mundial, me traslade al lugar dónde – a mi entender- se consume más fluido eléctrico por la cantidad de tiendas, autoservicios, casinos, hoteles y locales de diversión tiene: la avenida José Larco en el distrito limeño de Miraflores.
Cuando llegue me ubique en un extremo del Parque Kennedy, cerca al óvalo de Miraflores, saque mi cámara y empecé a grabar. Grande fue mi decepción cuando los minutos transcurrían y la gran mayoría de establecimientos seguían con sus luces prendidas. Una señora que llegó con su hija a ver el histórico momento le dijo algo que al principio me dio cólera, pero luego comprendí y hasta cierto punto llegue a compartir: “es que estamos en el Perú”.
Esa frase que usamos para describir a nuestra sociedad informal la debemos desterrar para siempre de nuestro banco de respuestas cuando sentimos impotencia al ver la falta de conciencia de algunos de nuestros compatriotas.
Las causas de por qué se da esto van desde la falta de una información adecuada, una escala de valores acomoda a nuestras necesidades (impera la ley del más vivo) y la aun escasa toma de conciencia de que el ciudadano de a pie puede con pequeñas acciones dar inicio a un cambio. Hay que buscar comprometer más a nuestra sociedad con esta clase de campañas, el Estado y la sociedad civil organizada deben buscar de manera coordinada mejorar dos aspectos básicos que permitirán cumplir con este objetivo: buscar la mejora de la educación y la generación de espacios de una verdadera participación ciudadana.
Sin embargo, no todos reaccionaron de esa forma, en la misma avenida Larco hubo locales que si cumplieron con apagar sus luces durante una hora. En el distrito de Independencia varias calles incluso no contaron con alumbrado público al igual en Comas, en ambos casos los vecinos estaban avisados porque en sus recibos de luz les colocaron un anuncio que les comunicaba sobre la decisión. Ni hablar del Centro de Lima en donde el Alcalde se comprometió y hasta donde tengo entendido cumplió.
Los peruanos cuando nos comprometemos podemos hacer grandes cosas, esto solo fue un ensayo, en el 2010 las cosas deben ser diferentes.
Si cumplieron con darle un respiro al Planeta...
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