Será por su reducido sueldo, porque les gusta el dinero fácil o es que se dejan influenciar por su entorno, “si otros lo hacen porque yo no”. Todas parecen posibles respuestas; sin embargo, en realidad son parte de un diagnóstico, a mí parecer, superficial e insuficiente para elaborar soluciones a largo plazo.
Siempre se ha señalado que el problema son ‘ellos’, los policías, pero aunque ustedes no lo crean, estimados amigos, somos nosotros la punta de ese terrible iceberg, denominado corrupción, que amenaza a diario con destruir la endeble – pero aun presente- escala de valores de nuestra sociedad.
Para sustentar la premisa anterior recurriré a un teorema económico muy conocido el de la oferta y la demanda. El policía exige y recibe la coima porque existe un mercado que está dispuesto a pagar por evitar una multa o sanción mayor, después de todo que son 10 0 20 soles comparados con los elevados montos de las multas, el traslado del auto al depósito o, la cancelación del brevete o licencia de conducir.
Por eso, mientras exista la demanda, la corrupción continuará ganando la batalla; para evitarlo, es necesario amigos y amigas que antes de quejarnos y reclamar al Estado por esta situación, debemos ponernos a pensar que estamos haciendo nosotros por cambiar nuestra realidad, nuestra responsabilidad no acaba con la emisión de un voto.
Todos y todas podemos a portar al cambio, si dejamos de pagar la coima y aceptamos la multa que nos corresponde por el error cometido, estaremos haciendo algo no solo por nosotros, sino por el país. Para algunos esto es irrealizable, es una fantasía inocente, pero piénsenlo también puedes ser un actor activo del cambio…
Juntos podemos hacer muchas cosas, solo necesitamos soñar que si podemos y verán que lo lograremos.
Siempre se ha señalado que el problema son ‘ellos’, los policías, pero aunque ustedes no lo crean, estimados amigos, somos nosotros la punta de ese terrible iceberg, denominado corrupción, que amenaza a diario con destruir la endeble – pero aun presente- escala de valores de nuestra sociedad.
Para sustentar la premisa anterior recurriré a un teorema económico muy conocido el de la oferta y la demanda. El policía exige y recibe la coima porque existe un mercado que está dispuesto a pagar por evitar una multa o sanción mayor, después de todo que son 10 0 20 soles comparados con los elevados montos de las multas, el traslado del auto al depósito o, la cancelación del brevete o licencia de conducir.
Por eso, mientras exista la demanda, la corrupción continuará ganando la batalla; para evitarlo, es necesario amigos y amigas que antes de quejarnos y reclamar al Estado por esta situación, debemos ponernos a pensar que estamos haciendo nosotros por cambiar nuestra realidad, nuestra responsabilidad no acaba con la emisión de un voto.
Todos y todas podemos a portar al cambio, si dejamos de pagar la coima y aceptamos la multa que nos corresponde por el error cometido, estaremos haciendo algo no solo por nosotros, sino por el país. Para algunos esto es irrealizable, es una fantasía inocente, pero piénsenlo también puedes ser un actor activo del cambio…
Juntos podemos hacer muchas cosas, solo necesitamos soñar que si podemos y verán que lo lograremos.
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