Un mea culpa obligado

Esta semana se dio marcha atrás, se firmó una acta donde se legitima la toma de carreteras, el Premier posó junto a los Apus en la foto de rigor, el Presidente hizo un mea culpa y el Congreso derogó los decretos ya derogados, es decir, se hizo lo que entrecomillas se puede considerar, lo correcto. Reconocer sus errores es una medida saludable, pero si lo va hacer cada vez que haya peruanos muertos de por medio no vale la pena salir a llorar sobre la sangre derramada…

En cambio, este tipo de actitudes lo único que consiguen es alentar a los extremistas y repetir escenas tan terribles como las de Baguazo que han cubierto de dolor a 34 familias peruanas. Por eso, si García y compañía continúan mostrando su falta de prevención y planificación, lo que se nos viene esta semana es un nuevo Andahuaylazo.

A la pregunta ¿si el Gabinete en pleno debe renunciar? Yo creo que no. Hacerlo, sería un síntoma de debilidad terrible que sería bien aprovechado por los verdaderos enemigos del Perú: los intolerantes (tanto oficialistas como de oposición). Sin embargo, creo que una reestructuración, luego de establecidas las verdaderas responsabilidades en el operativo policial y en lo ocurrido en la Estación Nº 6 de Petroperú es necesaria, prudente y urgente. Además, de la formación de una Comisión de la Verdad independiente que investigue si en Bagua se violaron los derechos humanos de la población y los nativos.

Si el Gobierno asume con responsabilidad estas tareas recién podríamos hablar de un verdadero mea culpa, mientras tanto, seguimos exponiendo al país a un futuro en el cual como dijo Vargas Llosa hace unas semanas: …”terminemos escogiendo entre el SIDA o Cáncer terminal”.

Mensaje a la nación del Presidente Alan García emitido el 17/06/2009