Annie, una adolescente de 14 años conoce gracias a la magia de Internet a Charlie, quién afirma tener 16. Ellos se vuelven amigos y comienzan a compartir cosas.
Él siempre le dice palabras bonitas, la hace sentir especial, hermosa…un día Charlie le propone que se conozcan, Annie acepta y comienzan los problemas.
El supuesto adolescente no tiene 16, si no 40 años, Annie a pesar de descubrir la verdad, acepta salir con él, sin imaginarse que su adorado Charlie, abusaría sexualmente de ella.
Este es un extracto del argumento de Trust (Confía en mí) una película estrenada a mediados de 2010, y que trata, con éxito, de poner sobre el tapete de la realidad una amenaza latente que navega junto a nuestros hijos en la Web: los abusadores sexuales.
Aquí el tráiler:
Estos sujetos se hacen pasar por niños, niñas y adolescentes con la finalidad de poder captar a sus víctimas y ganarse su confianza. Un vez que lo consiguen, buscan entablar conversaciones de índole sexual, le piden a su víctima que se desnude frente a la webcam o le envíen fotos en poses eróticas.
Este es el temido Grooming o Chil Grooming (el acoso sexual a niñas, niños y adolescentes usando Internet) que puede durar días, semanas o meses.
Si la víctima envía dicha imagen, el acosador muestra su verdadero rostro y comienza la extorsión: Le dice que si no continúa enviándole fotos con contenido sexual (Material pornográfico) le mostrará las que tiene a sus padres y amigos. Como él o ella no quieren que eso suceda acepta.
En otras ocasiones el acosador busca encontrarse con su víctima y cometer el abuso sexual.
¿Qué debemos hacer los padres ante esta amenaza? Buscar acércanos a nuestros hijos, comunicarnos con ellos y ellas, aconsejarlos, no juzgarlos, y sobre todo, pedirles que tengan cuidado, porque no todas personas que usan Internet son buenas.
Prohibirles usar Internet no es el camino, asustarlos contándoles casos de abuso, tampoco lo es. Debemos ser sus amigos, conocer que hacen en Internet, quiénes son sus ciberamigos, y recomendarles que si alguien dice o les muestra algo que los haga sentir mal, se lo cuente de inmediato.
Los abusadores sexuales ya están Internet, ¿y ahora qué hacemos? Bueno, papá y mamá ahora les toca a ustedes entrar.
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