Cuando ocurren desastres naturales de gran magnitud, como el terremoto que azoto Chile el sábado 27 de febrero, es común que el miedo y la desesperación se apoderen de la población, en especial de los más pequeños, que no entienden porque la tierra tiembla y porque no volverán a ver a ese ser querido.
Las pesadillas, los cambios de humor o la falta de apetito son algunas de las señales que indican que nuestros hijos están sufriendo cuadros de estrés y de temor naturales luego de una catástrofe.
Es importante que los padres guarden la calma e intente transmitir a sus hijos seguridad, la unión de toda la familia y frases como “Estamos unidos y nada nos va ocurrir” o “No tengas miedo, estamos contigo”, contribuyen a disminuir sus temores.
El diario La Tercera de Chile, con la ayuda de algunos especialistas, elaboró una lista de recomendaciones que los padres deben seguir con la finalidad de apoyar a sus hijos a superar este terrible trance. A continuación comparto con ustedes algunos de los principales consejos:
¡Tranquilos! Existen algunos signos que nos pueden dar algunas pistas si eso le está ocurriendo a nuestros engreídos:
Vía | LaTercera.com - ascilat.org
Las pesadillas, los cambios de humor o la falta de apetito son algunas de las señales que indican que nuestros hijos están sufriendo cuadros de estrés y de temor naturales luego de una catástrofe.
Es importante que los padres guarden la calma e intente transmitir a sus hijos seguridad, la unión de toda la familia y frases como “Estamos unidos y nada nos va ocurrir” o “No tengas miedo, estamos contigo”, contribuyen a disminuir sus temores.
El diario La Tercera de Chile, con la ayuda de algunos especialistas, elaboró una lista de recomendaciones que los padres deben seguir con la finalidad de apoyar a sus hijos a superar este terrible trance. A continuación comparto con ustedes algunos de los principales consejos:
- Debemos explicarles qué es lo que paso y mantenerlos informados.
- Tratemos que ellos vean lo menos posible las imágenes que transmite la TV, si lo hacen, debe ser bajo supervisión adulta, la idea es que puedan entender lo que ven y lo contextualicen de manera adecuada.
- En los menores de 10 es preferible que vean dibujos animados o jueguen.
- Al momento de explicarles que paso debemos usar un lenguaje claro y directo, no nos mandemos con historias complicadas o fantásticas, la verdad es lo que ellos necesitan.
- Debemos explicarles las causas y decirles que la tierra se mueve cada cierto tiempo y que luego de una gran sacudida como la sufrida se producirán otras más leves durante un cierto tiempo, a las cuales se les llama replicas. Es necesario que entiendan que como el terremoto fue de gran intensidad, algo que no usual, las replicas se pueden prologar por algunos meses.
- Debemos explicarles lo mismo en los casos de los otros fenómenos naturales como los tsunamis, tornados, tifones, inundaciones, huaycos, etc. (esto depende de la región donde se encuentren y de los fenómenos que más los afecten).
- En todos los casos se deben evitar los detalles escabrosos o morbosos que no ayudan en nada, sino más bien, pueden hasta aumentar miedos o provocar fobias.
- Usar el humor al momento de explicar este tipo de fenómenos y las reacciones de la gente puede servir como por ejemplo: como que la mamá gritó mucho o se cayó durante el terremoto. Hacerlo en familia y no a solas le dará seguridad.
- Se debe intentar rápidamente volver a la rutina de siempre para recobrar la sensación de normalidad, algunos niños necesitarán más tiempo, tranquilos padres, en esos casos debemos ir con calma.
- Durante la primera semana se recomienda que los niños estén bajo la supervisión de un adulto.
- Otra buena estrategia es incluirlos en las tareas de limpieza y reconstrucción, siempre que sea seguro y se evite imágenes impactantes. De esta manera se sienten útiles y comprenden de mejor manera la importancia de volver a la normalidad.
¡Tranquilos! Existen algunos signos que nos pueden dar algunas pistas si eso le está ocurriendo a nuestros engreídos:
Agresividad, irritabilidad, aislamiento o insomnio son algunos síntomas, pero el signo más claro es cuando el niño no puede retomar su rutina cotidiana y los cambios en su personalidad son evidentes.En estos casos deben buscar la ayuda de un profesional.
Vía | LaTercera.com - ascilat.org
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